De la misma forma en la que se abre el capullo de una flor para dar a conocer al mundo su belleza, este sábado 16 de julio más de 10 mil devotos de la Virgen del Carmen participaron en la procesión desde las 4:00 de la tarde.

Partiendo de la iglesia Nuestra Señora del Carmen, creyentes de la Virgen oraron para que la madre de Dios interceda por la comunidad ante su hijo, en especial en en esta época de posconflicto por la que atraviesa el país.

“Queremos la paz, pero no la paz política. la verdadera armonía entre todos los hermanos, esa de la que tanto habla Dios”, expresó el sacerdote Fray Alfonso Miranda, párroco de la iglesia Nuestra Señora del Carmen.

En familia, con amigos o solos, las personas caminaron varias cuadras del barrio El Prado para demostrar su devoción a María madre de Dios. Este año, la decoración de la virgen contó con flores blancas y rosadas. En el centro, la madre y el niño Dios creaban la ilusión de salir de un capullo como símbolo del renacer espiritual de la comunidad cristiana.

“Tenemos que renacer espiritualmente, crecer y vivir bajo la gracia de Dios. El mensaje del Papa Francisco es claro: vivir en la misericordia y ser tolerantes”, agregó el Fray.

La celebración

La jornada comenzó a las 4:00 de la mañana con la tradicional caravana de carros, camiones y transportadores, quienes consideran a la madre de Dios como ‘La Patrona’.

Después de la primera eucaristía, a las 8:00 de la mañana comenzó la bendición de los carros. Los Frays que conforman la comunidad salieron a la puerta de la iglesia y rociaron con agua bendita a los transportistas que se acercaron al lugar para que sus recorridos estuvieran acompañados por Dios.

Hasta las 12:00 del mediodía se realizaron eucarísticas cada hora y a las 11:00 de la mañana el Arzobispo de Barranquilla, monseñor Jairo Jaramillo Monsalve presidió la misa en la que destacó la virtudes de la Virgen María y como su entrega incondicional al Señor hizo que se convirtiera en la madre de Jesús.

También, destacó que esta celebración se debe manejar con cautela y no inclinarla hacia el alcohol.